Últimamente se escucha hablar bastante del trabajo cooperativo y por proyectos que se está implantando en muchos centros educativos, ya que se ha demostrado que ambas formas de trabajar aportan diversos beneficios al proceso de enseñanza. En este artículo explicaré a grandes rasgos en qué consisten tanto el trabajo cooperativo como el trabajo por proyectos, que van normalmente de la mano, y que beneficios aportan, motivo por el cual, en el Colegio plurilingüe Atalaya Cantabria hemos apostado por esta forma de trabajar.
El trabajo cooperativo consiste en llevar a cabo algún tipo de actividad en grupo de forma que el trabajo sea el resultado de la cooperación de todos los componentes del mismo, y no la unión de las partes realizadas individualmente por sus componentes como se hacía antiguamente.
Hay muchas técnicas para trabajar de esta forma: cabezas numeradas, grupos de expertos, lápices al centro, folio giratorio…
Esta modalidad de trabajo se usa muy a menudo a la hora de trabajar por proyectos. El trabajo por proyectos consiste en un conjunto de actividades, organizadas y secuenciadas de tal forma que al final se obtenga un resultado o producto determinado.
Nos gusta esta forma de trabajar porque nos permite aplicar todos los conocimientos adquiridos a casos prácticos y reales, se trabaja sobre temas de interés para los alumnos lo cual es fuente de motivación, favorece el trabajo cooperativo, cada alumno trabaja en base a sus capacidades, es una forma de trabajo inclusiva, los conocimientos adquiridos de esta forma son más significativos y duraderos, favorece la participación de las familias…
En el centro, además de los proyectos que se están llevando a cabo en cada una de las aulas, tenemos un proyecto común, el programa de radio “La voz del Atalaya”, que podéis seguir en el apartado de “Baboot“, y que está dándonos unos resultados excelentes.